domingo, 26 de diciembre de 2010

LA LINEA 21

Otra de esas emblemáticas líneas que usó los buses GMC fue la 21, que sobrevivió hasta finales de los 90s, si es que no hasta el 2000. Eran de techo blanco, con franja naranja (donde va la ruta) y parte inferior plomo oscuro. En los 80s, las usábamos para ir a casa de un tío que vive en Pueblo Libre.

La redescubrí a finales de los 90s y recuerdo que venían vacías por la Av. Bolivia, en el centro de Lima; cruzaban Paseo de la República, Paseo Colon, Av. Arica para ingresar a Breña, Pueblo Libre, finalizando su ruta en el Callao.




Yo las esperaba y usaba su servicio sólo por el hecho de pasear en ellas (ya que otras rutas daban menos vueltas e iban más rápido) desde la Av. Bolivia hasta Plaza San Miguel (por la Universitaria). Esto fue en mi adolescencia, y a bordo de estos armatostes, recordaba mi niñez ochentera, viendo través de sus ventanas las cosas de otra forma, con la paciencia y el relajo de otras épocas; además disfrutar del respeto y consideración de sus viejos conductores y cobradores por el usuario, cosa que hoy prácticamente hemos perdido.

El detalle es que a mediados de los noventas, muchos de estos GMC, en un afán de “modernización” de sus dueños, fueron transformados en su carrocería para aparentar ser Volvo; claro con el chasis y motores originales. Todas estas unidades “remozadas”, conjuntamente con los que conservaron su apariencia original (que eran los que esperaba para mis paseos) desaparecieron repentinamente al comienzo del nuevo milenio y con ellos se dió el fin de una época del transporte urbano en Lima.

viernes, 10 de diciembre de 2010

LINEAS QUE USARON "LAS COVADONGAS"

Y continuando con el tema de estos viejos buses a los que en casa llamábamos “covadongas”; en los 80s (y pasados estos) otras líneas aparte de la “Cocharcas José Leal”, los usaron. Recordemos un poco.

Existen dos empresas antiguas que hasta hoy operan y que usaban estos viejos GMC: la línea 22 (azules con blanco) que van por la Av. Nicolás Ayllón, cruzan la Av. Grau, toman 28 de julio y Abancay. Reemplazaron paulatinamente sus covadongas a mediados de los 80s por unidades nuevas Mercedes Benz, fabricados en Brasil, que hasta hoy circulan. La otra línea es la 9 que va por Abancay y Arenales, que al igual y en paralelo a la 22, reemplazó poco a poco sus viejos GMC por los mismos modelos de Mercedes Benz, que aun podemos ver circulando y muy bien conservados.

Pero así como hay sobrevivientes de esas líneas de antaño, existen otras rutas que descansan en paz como la ya mencionada Cocharcas José Leal. Otra ruta, que tenían los buses GMC más conservados que recuerdo, era otra Cocharcas (techo plomo, franja central, donde va la ruta, color naranja y parte inferior verde botella) que iba por la Av. Salaverry y finalizaba su recorrido en un paradero en la plazuela de Buenos Aires, en Barrios Altos (por la Iglesia de Cocharcas). Recuerdo especialmente este paradero que era una armazón metálica enorme y vieja que abarcaba varias fachadas de la zona. Con la desaparición de la línea, fue recortado y usado por otras rutas, para finalmente quedar en el recuerdo.

Hubo otra ruta, la 21, cuya memoria será motivo para otro post.



En la foto que acompaña este relato (que sin duda no es tomada en nuestro medio), podemos apreciar la singular parte posterior de una "covadonga"; de antología.

sábado, 4 de diciembre de 2010

LAS "COVADONGAS"

Por la Av. Grau en el Cercado de Lima, circulaba una línea (Cocharcas José Leal) que tenía unos viejos buses marca GMC, carrocería Coach, fabricados en los 50s, eran de color plomo con una franja verde botella (donde se escribía los lugares por donde iban).

Si bien es cierto que yo los conocí en mi niñez en los 80s, estos buses tenían ya décadas prestando servicio público en nuestra capital y a mí me gustaban mucho. Recuerdo que una mañana, cuando salía con mi hermano mayor, rumbo al centro de Lima, a manera de gracia me dice, “vamos en la covadonga” y abordamos uno de esos buses. No tengo idea de porque el apelativo, la cosa es que desde ese instante, en la familia fueron conocidos como “covadongas”; total la palabrita sonaba a viejo.

Existieron otras líneas de aquellos años que usaron esos vehículos, pero recuerdo especialmente los de Cocharcas José Leal, ya que pasaban por la puerta de mi casa y comúnmente se malograban en la esquina; a dos cuadras de su paradero final que era pasando el Cuartel Barbones. Los recuerdo allí, estacionados, con las puertas del negro motor abiertas y el olor a gasolina. Me gustaba ver cuando los arreglaban y a veces salía a curiosear de cerca este proceso.




Eran grandes, viejos y sumamente contaminantes, a su vez espaciosos, de suave suspensión y cómodos. Con sus particularidades como la pitita que pasaba por el techo a jalarse para activar un timbre y avisar que bajan; el asiento largo del final, caliente por el motor; su peculiar olorcito interior, su adorable lentitud; esto ligado a sus educados y mayores choferes y cobradores.

El final de esta línea fue a mediados de lo 80s, donde desaparecieron; al parecer por la poca gente que los usaba y la antigüedad de las unidades.

La imagen, aunque no es de nuestro medio (al parecer fue tomada en EE.UU.), muestra a uno de esos buses inspiración de este relato. Incluso el color de éste es muy parecido al de los antiguos Cocharcas que en algún momento surcaron las calles de nuestra Lima ochentera.